Pasarían las 5 de la mañana en un local de moda en Albacete; bueno, podría decir que es el local de moda, ya que aún habiendo algunos antros abiertos, recibe la mayor aglutinación de gente a sus puertas. Un amigo me llevó a la barra y pidió 2 tragos de whisky; por ahí estaba su santidad Ernesto Sevilla (con la correspondiente parada para saludarlo, como el groupie educado que soy). Mientras le comentaba el verdadero leitmotiv de mi bigote, me fijé en una figura que había en la pared, a escasos
Se lo dije a mi amigo, una vez nos despedimos del gran Ernesto y nos movimos hacia un lateral de la barra para poder observarlo mejor. Nuestras aspiraciones más voyeur al final colmadas. Mirando sin ser visto a uno de los grandes del pop nacional. El autor de muchas letras que conozco al dedillo.
Estaba ahí, solo. Sin más. Nadie se le acercó ni le saludó. Ni yo me atrevía a decirle nada, porque estaba viendo al auténtico Vegas. En ése par de minutos entre miradas y sorbos aprendí más de su música y su universo que escuchando toda su discografía una y otra vez. Desprendía personalidad por momentos. Una figura aparentemente débil con un aura totalmente imponente. Podría haberme acercado y haber recibido una sonrisa o un improperio, pero me quedo con el hecho de verlo, “disfrutando” de la música y su copa.
¿Por qué Mr. Jones se sigue frotando los ojos cuando recuerda el momento? Porque estamos hablando de uno de las grandes cantautores de la música nacional. Lejos de la composición de los Aute, Serrano y/o Sabina (también venerados por el autor de éstas líneas), pocos hay en el ámbito indie español como el asturiano Vegas. Su música, a medio camino entre el folk, pop y rock pasa de la retórica más Dylanita al mundo paralelo de la caña y la tapa de Los Planetas. Con “Cajas de música difíciles de parar” se consolida en la estela mediática española, gracias a grandes canciones como “El hombre que casi conoció a Michi Panero” o “Blanca”. Su dueto con Búnbury (editando el disco “El tiempo de las cerezas”) le abrió las puertas de un nuevo público, asentándolo de figura de culto en el panorama indie al mainstream mediático.
Hasta que vuelva a poder admirarlo tan cerca, disfrutemos de uno de los Reyes de Asturias.
1 comentario:
Me gusta que la gente escriba sobre este tipo de música, pero a ver si actualizas. Te seguire visitando! Animo!
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